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EN ARISTÓBULO DEL VALLE Y SAN JUAN

Derrumbe fatal: a cuatro años denuncian que la causa está paralizada

Los abogados de una de las víctimas pidieron celeridad a la Justicia. Advierten que la defensa de uno de los imputados busca dilatar la investigación con recursos y apelaciones.

foto archivo
El día del derrumbe.
Actualizada: 15/08/2024 15:57
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Carlos Javier Rodríguez tenía 20 años. Ese martes 4 de agosto de 2020 se había comprometido a realizar tareas como ayudante de albañil en una propiedad ubicada en la esquina de Aristóbulo del Valle y San Juan, en la ciudad de San Luis. Algo le decía que no debía asistir. Sin embargo, ya había dado su palabra y la cumplió.

Alrededor de las 13:30, el inmueble de dos pisos se derrumbó y solo quedaron escombros. El joven estaba dentro y junto a la dueña, Nélida Deolinda Romero de Gitto de 83 años, perdieron la vida.

Policías, bomberos, rescatistas y personal de salud trabajaron durante horas en una esquina que quedó marcada por la tragedia. Vecinos de la zona y de toda la ciudad aguardaban con expectativas una explicación de lo que había sucedido. Hubo dos sobrevivientes.

Cuatro años más tarde, la familia del ayudante de albañil sigue implorando justicia y que avance la causa. Son dos los imputados, Oscar Gitto y Walter Moisés.

Oscar Gitto.

“Tengo muy patente el recuerdo de ese día que él fue a trabajar. No quería ir. Las palabras mías como padre fueron decirle que no vaya, pero me dijo ‘yo le di la palabra al hombre que iba a ir’. Pero la disposición de su corazón era no ir”, recordó el padre, Carlos Rodríguez.

Con un dolor latente en la mirada, el hombre se quebró al rememorar la última vez que vio a su hijo: “Pasé cerca de las 12 del mediodía por este lugar porque él me había encargado que le llevara una tortita para comer. Le hice seña, estaba sentado sobre una ventana, le dije que no me quedaba pan más. Sabía que a él le encantaba comer tortas con chicharrones”.

Más tarde, un vecino le avisó lo que había ocurrido. “Yo dije, ‘pero ahí está mi hijo’. Regresamos con mi esposa y lo que habíamos visto en un poco rato ya estaba todo en el piso”, graficó.

Carlos Rodríguez.

“Yo pido que se haga justicia. Tiene que haber responsable de esto, porque han pasado muchos años y sigue como al principio. Estamos muy lastimados”, expresó el hombre que es representado por los abogados Esteban y Matías Nostray.

El primero de los letrados dio cuenta del avance de la causa y advirtió una paralización desde diciembre del año pasado. La calificación es estragos seguido de muerte e inicialmente se pudo realizar la indagatoria.

Sin embargo apuntó a “un parate” debido a que “desde diciembre del año pasado estamos requiriendo que se resuelvan algunos incidentes menores de nulidad interpuesto por la defensa de uno de los imputados, a nuestro juicio sin ningún tipo de fundamento, y no logramos hasta la fecha que eso se produzca, lo que evidentemente paraliza la instrucción”.

En este sentido, dijo que la investigación sólo se ha desarrollado en un tercio. “Nuestra preocupación es que, conociendo aún los inconvenientes judiciales que existen a la fecha, arrastramos una mora importante en cuanto a la resolución que paraliza”, puntualizó.

Esteban Nostray.

El letrado planteó que de las numerosas audiencias que hubo surge “semiplena prueba en cuanto a la demostración de una negligencia gravísima, casi rozando con el dolo de sacar una viga portante, lo que hizo es colapsar la propiedad y con eso el derrumbe y el posterior deceso de las dos personas”.

Por el delito investigado, el Código Penal establece una pena de un mes a un año, pero al haber resultado de muerte se grava por cuatro años más y fija el máximo en cinco.

Otro de los cuestionamientos fue que Moisés ha fijado un domicilio en Buenos Aires: “No está constatado, con lo cual hay por lo menos un peligro de fuga”. “Vamos a interponer los pedidos de detención que correspondan en estos casos, porque creemos que es fundado, y que se acelere de una vez el tema de las resoluciones incidentales que lo frenan”, adelantó.

Sobre el rol que tuvieron los acusados, Matías Nostray precisó que “tienen la figura Gitto de propietario y comitente de la obra, al igual que Moisés”.

Matías Nostray.

“Ellos estaban a cargo de todas las refacciones que se fueron haciendo durante un largo periodo de tiempo en esa vivienda, sobre todo el señor Gitto. Esto ya consta en el expediente, está en la causa, hay pruebas suficientes de la cantidad de variantes que fue sufriendo estructuralmente la vivienda”, explicó.

Sumó a eso, que las refacciones estructurales que se hicieron “fueron siempre sin la debida diligencia, sin el debido acompañamiento profesional, llámese ingenieros, arquitectos, que vigilaran y controlaran lo que se iba a hacer en la obra”. Por eso, habló de un accionar “poco diligente y muy negligente para ordenar modificaciones de lo que claramente no tenían idea”.

“Acá no se trata solamente de la obligación de contratar a profesionales en la construcción para evitar este tipo de resultados. Si no, de tener un mínimo de humanidad en meter dentro de un salón de esa magnitud, de esas características, dos personas que frente a la negligencia de quien estaba actuando, podían tener un resultado como efectivamente se lo tuvo”, cerró Esteban Nostray.

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